Los integrantes de una familia se interrelacionan, aprenden y comparten estilos de vida entre sus miembros, lo que puede influir en el fomento de hábitos tanto positivos como negativos; haciendo común escuchar que “cuando las personas se casan, tienden a engordar”.
Los cambios que se pueden dar en el comportamiento social con el matrimonio pueden afectar el peso corporal, sin embargo, la unión con una pareja no debería considerarse un determinante para el aumento de peso o el convertir hábitos positivos en negativos.
Realidades:
Las mujeres tienden a ser responsabilizadas por el aumento de peso de los integrantes de la familia por el rol que representan con respecto a la administración de los recursos del hogar y las decisiones que se toman en cuanto a alimentación.
FUENTES:
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