• La lactancia materna en México se duplicó en los últimos tres años de 14.4% a un 30.8% (Narro, 2016).
• La OMS recomienda lactancia materna exclusiva los primeros 6 meses de vida del bebé y mantenerla hasta los 2 años de edad, junto con el complemento de otros alimentos saludables e inocuos para su edad.  
• Una lactancia materna exitosa es aquella que además de ser exclusiva los primeros 6 meses, inicia en la primera hora de vida del recién nacido, es “a demanda” (se da conforme el bebé la solicita, sea de día o de noche, y que en la medida de lo posible se ofrece directamente del pecho).
• Previene el hambre y la desnutrición en todas sus formas y garantiza la seguridad alimentaria, hasta en tiempos de crisis (WABA, 2018).
• Es una manera económica de alimentar a los bebés y favorecer su nutrición ya que es fuente de alimento natural y renovable que no requiere embalaje, almacenamiento, transporte o combustible para su preparación, ayudando a la sostenibilidad ambiental.
• Aporta los nutrientes, vitaminas y minerales necesarios para un adecuado crecimiento y desarrollo inmediato y posterior de los niños, ayudando a prevenir el sobrepeso y la obesidad y la diabetes 2 en los niños.
• En las madres disminuye el riesgo de hemorragias post parto y de enfermedades crónicas como: sobrepeso y obesidad, diabetes tipo 2, hipertensión y cáncer de ovario y mama y depresión post parto. Una lactancia materna exclusiva mínima de 3 meses se relaciona con menor retención de peso ganado durante el embarazo (MENT, 2018).
• Favorece el vínculo entre madre e hijo, hasta en ámbitos como la estimulación, conducta, habla, sensación de bienestar y seguridad, mejorando la interrelación con los demás.

En un mundo lleno de desigualdad, crisis y pobreza, la lactancia materna es la base de una buena salud para toda la vida de bebés y madres (WABA, 2018).

¡Feliz Semana de la Lactancia Materna!