A nivel mundial existe un grave problema de exceso de peso corporal, el cual conlleva y se asocia al desarrollo de enfermedades crónicas.

Las estrategias que existen para disminuir la incidencia del sobrepeso y obesidad y mantener el control de peso corporal son diferentes a nivel mundial:

• Comer más saludable, sin “estar a dieta”, y el de incrementar la cantidad de actividad física. Estás medidas son las más comunes para promover la pérdida de peso a nivel mundial y otras como la reducción del consumo de alcohol siendo esta la acción menos reportada.

Subir y bajar de peso es un tema que va más allá de solo comer mucho o poco. En ocasiones los kilos ganados o perdidos se relacionan con algún padecimiento físico, emocional o mental como la ansiedad.

La pandemia por COVID-19 ha generado fuertes cambios en la manera de vivir de las personas, no solo por la marcada reducción de la actividad física con el encierro, sino también, con las cuestiones sociales y económicas que han afectado directamente la estabilidad psicológica por el distanciamiento social y el cierro que pueden provocar ansiedad, depresión y trastornos mentales y emocionales que se reflejan en nuestro cuerpo, y se proyectan en la ganancia o pérdida de peso corporal de manera radical.

De acuerdo con el reporte “Actions & Interventions for weight loss” de Ipsos levantado del 23 octubre al 6 de noviembre del 2020; la pandemia ha ocasionado aumento de peso corporal, alrededor de un promedio de 6.1kg.  México es el país que más ha subido de peso; en promedio de 8.5 kilos; seguido de Arabia Saudita con 8 kg; Argentina con 7.9; Perú con 7.7 y Chile con 7.5 kilos.

De los países que formaron parte del estudio, el promedio de la ganancia de peso ha sido de 5 kg.

Hong Kong ha tenido una ganancia promedio de 3.4 kilos, que junto con Japón, son los únicos países debajo de ganancia de 4 kg de peso ganado durante la pandemia.

Existen diferentes estrategias para lidiar con el problema de sobrepeso a nivel mundial. Es más común en los Países Bajos y los países de América del Sur, tratar de bajar de peso por medio de una alimentación saludable, sin “ponerse a dieta”.

En los países del Sur / Sudeste asiático y Sudáfrica la estrategia para reducir peso corporal más implementada, es incrementando la cantidad de ejercicio; mientras que Italia es el país que menos lo hace.

El promedio de todos los países que reducen la cantidad de la ingesta de alimentos para bajar de peso es de 44% y Malasia es el país que más lo emplea, con un 63%. En México este método se realiza en un 31%. 

En México de las personas que han intentado bajar de peso, el 27% considera que debe haber mayor acceso a comida saludable; 31 % cree que deben existir más áreas verdes para poder hacer mayor actividad física; 24% que debería haber más gimnasios públicos y 21% cree que la comida saludable debe ser más barata.

En todos los países el 42% coincide en que la comida saludable debería ser más barata.

De las acciones que se han tomado para reducir el peso en México; 50 % refieren que comenzaron a hacer ejercicio para pérdida de peso; 31% ha intentado comer menos y 68% comer más saludable sin ponerse a dieta, dejando de consumir alcohol (5%); reducir el consumo de azúcares (68%); disminuir el consumo de hidratos de carbono en un 36%; mientras que el 43% dejó las grasas saturadas, y el 6% eliminó la carne.  

Un total de 62 por ciento de los encuestados a nivel mundial, dejó de consumir azúcares como la estrategia principal para perder peso asociada a la alimentación, seguido de la reducción de las calorías y los carbohidratos de la dieta.

México se encuentra dentro de los 5 países en lo que reducir el consumo de grasa saturada dentro de la dieta es una de las estrategias para perder peso corporal y otros dos países de América Latina (Perú y Chile), mientras que los países de Europa son los que menos emplean esta estrategia.

El 3% de las personas que no les interesa bajar de peso encuestadas en México, no saben qué estrategias implementar para hacerlo.

30% de los países encuestados consideran que los gobiernos y las compañías pueden ayudar a la reducción de peso al tener opciones de alimentos a costo más económico.

Es importante considerar que esa ganancia de peso causado por la pandemia debe monitorearse con el fin de prevenir enfermedades crónicas asociadas.

Conocer el Índice de Masa Corporal, permite tener un primer acercamiento a nuestro estado de salud en relación al peso, sin embargo, no es un determinante aislado para considerar el exceso de pesos corporal.

Hoy más que nunca se resalta la importancia de recibir orientación por medio de especialistas capacitados (nutriólogo) para determinar la composición corporal de cada persona, considerando no solo el IMC y el peso, sino también la cantidad de grasa, músculo, hueso y agua.

La mayor parte de la población a nivel mundial no sabe comer “bien”, esto asociado a la falta de educación en nutrición.

Si subimos de peso durante la pandemia, independientemente de la causa (falta de actividad física, estrés, ansiedad, aumento de consumo de porciones, etc.), lo primordial es atenderlo; pues no se trata de comer menos, sino mejor.

Las acciones sugeridas que apoyan a mantener un peso corporal saludable o reducirlo es aumentando la cantidad de actividad física.

• Se puede hacer en casa
• No es necesario excederse, con 30 minutos al día se puede iniciar y hasta repartirlos en periodos de 10 minutos por 3 veces durante todo el día
• Aumentar el consumo de frutas y verduras
• Limitar el consumo de bebidas alcohólicas y la sal
• Aumentar el consumo de cereales integrales
• Acudir con un especialista en nutrición

BIBLIOGRAFÍA

Bailey P; Purcell S; Calvar J; Baverstock A. (2021). Actions & Interventions for weight loss. Ipsos. Disponible en: https://www.ipsos.com/sites/default/files/ct/news/documents/2021-01/actions-and-interventions-for-weight-loss.pdf